Y
un día, mientras departían sentados a las largas sombras de los
blancos chopos, uno de los discípulos les
dijo: Maestro, me inspira temor el tiempo. Pasa sobre nosotros y nos
roba la juventud. Y, ¿qué nos da acambio?
Y
el profeta le contestó:
Toma
un puñado de buena tierra. ¿Encuentras en ella una semilla, acaso
un gusano? Si tu mano fuera lo suficientemente
espaciosa, y paciente la semilla podría convertirse en bosque, y el
gusano, en una bandada de
ángeles. Y no olvides que los años, que transforman las semillas en
bosques y los gusanos en ángeles, pertenecen
a este ahora; todos los años son de este mismo ahora.
Khalil
Gibran
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