Desde el umbral de un sueño me llamaron...
Era la buena voz, la voz querida.
Era la buena voz, la voz querida.
-Dime: ¿vendrás conmigo a ver el alma?....
Llegó a mi corazón una caricia.
Llegó a mi corazón una caricia.
-Contigo siempre....Y avancé en mi sueño
por una larga, escueta galería,
sintiendo el roce de la veste pura
y el palpitar suave de la mano amiga.
por una larga, escueta galería,
sintiendo el roce de la veste pura
y el palpitar suave de la mano amiga.
Antonio Machado
¡¡Tremendaaaaaaa!! simplemente tremendamente preciosa y ¿qué decir de Machado? N A D A creo que está todo dicho.
ResponderEliminarGracias por compartir esta preciosidad, un abrazo utópico, Irma.-
jajajaja
ResponderEliminarEres tremendo en todo! :)
por cierto... re-hola!
Nk