Trabajé el aire
se lo entregué al viento:
voló, se deshizo,
se volvió silencio.
Por el ancho mar,
por los altos cielos,
trabajé la nada,
realicé el esfuerzo,
perforé la luz
ahondé el misterio.
Para nada, ahora,
para nada, luego;
humo son mis obras,
cenizas mis hechos.
...Y mi corazón
que se queda en ellos.
Ángel González

Qué pasada de foto!!
ResponderEliminar¿No darás clases particulares? me apunto, gracias por compartir estas maravillosas fotografías.
Un abrazote utópico, Irma.-
Irma creo que tienes mi dirección, si en algo te puedo ayudar aqui estoy, cuando quieras, estas invitada a un cafelito en este pueblin.
ResponderEliminarUn abrazo.
¡Me apunto! El día que vaya Irma la acompaño.
ResponderEliminarSaludos, Ángel.
impresionantes los reflejos en las gotas...
ResponderEliminarcomo siempre, una obra de arte.